Los estereotipos raciales o étnicos, por supuesto, han sido adecuadamente puestos fuera de la ley durante décadas, dejando a los anunciantes con casi nadie de quien burlarse. Menos de los hombres. Uno de los motivos para atacar a los hombres es para satisfacer a las mujeres (pues aunque la mayor parte del dinero es generado por los hombres, ellas se las arreglan para ser las mayores consumidoras y gastadoras compulsivas). Usted como anunciante todavía los puede ridiculizar con total impunidad, por que el feminismo es la ideología del stablishment. Y los anunciantes lo hacen. A menos que sea usted especialmente desfavorecido, los hombres representados en los anuncios de televisión no se asemejan a los hombres de verdad que usted conoce. Los que salen en televisión son débiles, perezosos, pomposos e incompetentse, a veces entrañables, pero fundamentalmente ridículos. Son despistados e insensibles. Trozos inútiles de carne. Es intolerable. Vivimos en un mundo totalmente degradado y corrputo.
sábado, 14 de mayo de 2011
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Muy buen post, nada que objetar.
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